Los Misterios de Machu Picchu
Desde su descubrimiento a principios del siglo XX, Machu Picchu ha sido considerado como uno de los destinos mundiales más asombrosos, siendo nombrado año tras año como una de las principales atracciones turísticas de América del Sur. Sin embargo, si bien se ha especulado mucho sobre la fundación de la antigua ciudadela, hay algunos enigmas que permanecen en el aire.
A continuación los llevamos a través de un recorrido por el tiempo para descubrir y conocer más acerca de los enigmáticos misterios surgidos en los mágicos rincones de la “ciudad perdida” (si acaso lo era) –su principal propósito, su descubrimiento y otros misterios aún sin resolver.
Grandes enigmas y misterios de Machu Picchu
Los enigmas que despierta la ciudadela inca cautivan a visitantes y arqueólogos de todo el mundo. Para empezar, el verdadero propósito de su construcción ha sido un tema que suscita debates desde tiempo atrás.
Debido a su proximidad a la ciudad de Cusco, algunos arqueólogos suponen que fue utilizado como una escape para los nobles de la ciudad. Otros argumentan que fue una zona construida para hacer pruebas de cultivo.
Por otro lado, diversos investigadores han llegado a creer que su único propósito era llevar a cabo las tradiciones espirituales y ceremoniales. En ese sentido, se encontraron cráneos alargados en los terrenos de Machu Picchu, precisamente en cementerios para los nobles. Sin embargo, la idea del historiador Donato Amado quien plantea que “Machu Picchu fue el lugar desde el que los incas administraban su imperio”, tiene igualmente sentido.
¿Cómo y quién construyó Machu Picchu?
Machu Picchu encierra varios misterios, incluyendo cómo pudo ser construido a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar en medio de los imponentes Andes y la Cuenca Amazónica. Varias leyendas atribuyen la construcción de la ciudadela inca al inca Pachacútec quien se dice lo mandó construir después de derrotar a sus enemigos.
Otro de los grandes misterios de Machu Picchu es cómo pudo construirse sin el uso de la rueda. Los colosales bloques de piedra que usaron para el extraordinario ensamblaje de las edificaciones, solo pudo ser posible con un gran ingenio detrás. Muchas de las gigantescas rocas utilizadas en la construcción de la ciudadela tuvieron que ser trasladadas de alguna manera por las empinadas montañas andinas –lo cual hasta el día de hoy representa uno de los grandes enigmas.
Además, las piedras encajan con tal perfección que ni siquiera se puede ver la menor grieta entre ellas, lo cual es esencial para esta zona propensa a terremotos. Una teoría sugiere la implementación de cuñas de madera húmedas. Sin embargo, eso no explica cómo surgieron enormes estructuras hechas de piedras individuales o estructuras hechas de patrones intrincados.
Tomando estos factores en cuenta es que surgen teorías de seres anteriores a los incas con mayores conocimientos de tecnología antigua mucho más avanzada. Hay preguntas que hasta el día de hoy no tienen respuesta y quizá sea ello lo que hoy intriga a miles de personas motivándolos a visitar la ciudadela para buscar respuestas.
El descubrimiento de Machu Picchu
Conocida como la “ciudad perdida”, Machu Picchu fue más que todo un lugar sagrado y no un refugio secreto. ¿Quién descubrió Machu Picchu? En 1911, el arqueólogo estadounidense Hiram Bingham partió con un pequeño equipo de exploradores para descubrir Vilcabamba, el último asentamiento inca conquistado por los españoles.
Se dice que una vez que llegaron al valle de Urubamba, un agricultor local compartió con ellos la ubicación de Machu Picchu, que en quechua significa «montaña vieja». Al acercarse a los terrenos, un pequeño grupo de campesinos los condujo a la entrada de Machu Picchu. Sin embargo, la ciudadela inca había sido descubierta anteriormente –en el año 1902– por un hacendado llamado Melchor Arteaga que vivía a orillas del río Vilcanota.
Hay evidencia de que Machu Picchu ya era conocido entre los misioneros y otros exploradores, que tuvieron la oportunidad de visitar la ciudadela en los siglos XIX y XX antes de Bingham. Lo que es evidente es que Bingham hizo un gran trabajo de investigación y puso a Machu Picchu como sitio arqueológico ante los ojos de todo el mundo.
Muertes en Machu Picchu
No hay necesidad de considerar Machu Picchu como un destino riesgoso. Las muertes reportadas en Machu Picchu son generalmente de aquellos que no estaban siguiendo las regulaciones; como la muerte más reciente de un turista alemán que intentaba tomarse una selfie en una zona restringida.
Sin embargo, para aquellos que se atreven a subir al Huayna Picchu –la famosa montaña cubierta de vegetación que aparece en el fondo de muchas fotos– su ascenso y la última parte de la caminata, conocida como las escaleras de la muerte, tienen una mala reputación.
Y es que durante la mayor parte del camino hasta la cima, no hay pasamanos y hay pocas líneas de seguridad. Además, las escaleras son prácticamente verticales y se remontan a los tiempos incas. Con la alta humedad que caracteriza a esta área, a menudo el tramo puede ser resbaladizo.
Con las debidas precauciones y buen físico, subir a la cima del Huayna Picchu no constituye una actividad de riesgo. De hecho, cientos de excursionistas lo disfrutan casi todos los días.
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